Siguiendo a Ahumada et al(2016), el ejercicio de un liderazgo
sistémico pasa por el manejo apropiado y claro de las siguientes competencias:
a)
Visión holística. Comprende la complejidad del
entorno en el que se encuentra la organización
educativa y es capaz de articular alternativas de respuesta.
b)
Comunicación. Dado su visión amplia del entorno
y el sistema, por lo que es responsable de movilizar la información de un
sector a otro.
c)
Visión compartida: Es capaz de promulgar una idea
en común a partir de lo que se desarrolla.
d)
Distribución de Liderazgo: El líder de una
organización educativa debe gozar de la capacidad de estimular el liderazgo
entre sus colaboradores y permitir asumir funciones y liderazgo.
e)
Capacidad para trabajar en equipo. Ante todo,
el ejercicio de un liderazgo sistémico
implica la capacidad para comprender la
necesidad del papel que cumple cada uno en su organización.
f)
Facilitador de relaciones: En su papel de
líder, se debe contar con la habilidad y la función de promover el
fortalecimiento de relaciones entre la red que forman parte su institución.
Comentarios
Publicar un comentario