La comprensión de que el centro educativo no funciona aisladamente, sino que
forma parte de un entorno social complejo y demandante, que a su vez resulta
parte sustancial de un sistema educativo y no únicamente en un plano burocrático,
forma un punto de partida fundamental para la mejora de las organizaciones
educativas.
¿Por qué?
Debido a que el liderazgo sistémico comprende de una mejor manera el
entramado complejo en el que se gesta el acto educativo. Al poseer una
perspectiva dinámica y robusta tiene mayor capacidad para enfrentar el cambio y
la ambigüedad de la época. Se sirve de una serie de prácticas como la distribución
de funciones, el trabajo en equipo, la participación de la comunidad para realizar
una mejora de las organizaciones educativas.(Ahumada et al, 2016)
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